Desde el escándalo (?) de los deptos de Zaffaroni, me puse a pensar cual era el rol de los laburantes de prensa en todo esto y si había algo que se podía hacer desde el laburo mismo, sea en la empresa que sea. Hoy me crucé con este post de Tirando al Medio, el blog de Gerardo y con esta respuesta de Marcelo Falak. Como hay mucha tela para cortar de ambos temas, me permito ir un poco mas allá.
Desde siempre creo que tanto Ambito Financiero como La Nación son grandes diarios. De La Nación, no tanto su sección política, pero si su sección económica, que suele desmentir a la política. Es un ejercicio que hace mucho no practico pero es muy gracioso. Ambito Financiero, decía, no es de mi misma ideología. Mas bien piensa lo contrario. Pero es veraz. Sus notas sobre la política porteña son normalmente reales y pocas veces uno siente que está ante una operación de prensa.Asi como me parece que el noticiero del 7 es el mejor, el mas serio y el mas "profesional".
De Ambito y La Nación no dudo. Yo se que lo que me dicen es lo que piensan, su visión del mundo, desde sus argumentos. Y está bueno para agilizar el cerebro. Esta bueno para salir de nuestro propio microclima, que nos hace exceder en algún triunfalismo o nos hace creer cosas que no son ciertas. Es importante salir del blanco/negro para poder crecer en la valorización del momento. El anticlarinismo nos lleva a cometer ciertas injusticias y a ser bastante duro con algunas personas que están dentro de nuestro espacio de pensamiento, pero que no son todo lo duros que nosotros deseamos. Ponemos una vara demasiado alta y de esa forma alejamos a gente que está con nosotros ideologicamente. La neutralizamos. Y nosotros nos aislamos.
El rol del periodista es hacer su laburo con honestidad. Toda nota es una buena nota, salvo que sea mentira. Ojo, no hablo de operaciones de prensa, sino de noticias que brinda determinado medio. Eso es lo que hay que valorar mas. Superar al clarinismo desde la profesión, desde la informacion seria y confiable. Si todos nos convertimos en Clarín, el que gana es Clarín. Ellos son los que mejor hacen lo que hacen. Nosotros no sabemos hacerlo. Estamos parados peleando contra ellos, en su terreno. Asi nos va, me parece. Tendriamos que probar ampliando nuestros aliados. De eso se trata, me parece, esta nueva época.
El ámbito es un gran diario, es cierto, equiparable al Página. Y sí cumpa, es cierto, es una obligada gimnasia leerlo. Lo mismo con la parte económica de LN. El resto del diario hace rato que no lo puedo deglutir...
ResponderEliminarY creo que el Tiempo, lamentablemente, hace mucho clarinismo a veces.
De eso hablo Manuel, hay que superar a Clarin, no reemplazarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Escribidor
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo.
La Nación es una ¨tribuna de doctrina¨ y analiza la realidad en función de una ideología coherente y sobre todo explícita (además de sus propios intereses como empresa).
Clarín no es nada de eso sino la newsletter de los accionistas mayoritarios del grupo. Si Néstor les hubiera entregado Telecom, en las páginas de Clarín Cristina sería Indira Gandhi.
La Nación refuerza ideas (algunos dirían prejuicios pero en el fondo da igual), genera músculo y alimenta certezas ideológicas.
Clarín opera en función de los objetivos coyunturales de sus dueños y como tal está obligado a generar agenda sin que se note.
Saludos,
r.
Exacto rinconete. Lo que me obliga a preguntarme si tenemos un La Nación de este lado y si tenemos un Clarin de este lado. La respuesta, a mi juicio, es desesperante.
ResponderEliminarUn abrazo
Me parece que Página es lo que más se acerca a un la Nación de este lado. Miradas y el Argentino juegan más a Clarín, pero sin el talento y sobre todo sin el poder de fuego del grupo.
ResponderEliminarPara no desesperarme apuesto todo a la vigencia final de la ley de medios...
Un abrazo,
r.
Si, opino lo mismo, el tema es que Pagina a veces se olvida de ese rol, que sería importantisimo lo sostenga en el tiempo. Y Tiempo y Miradas debieran tener una comunicaciónm as eficaz, pero van en el buen camino. El tema es que no nos sobra tiempo.
ResponderEliminarAbrazo