13 de agosto de 2019

Octubre tiene que ser una victoria cultural


Tuvimos una victoria política, que se construyó en la calle durante años. Los picos fueron el 2x1, la movilización por la desaparición de Santiago y, sobre todo, la resistencia a la reforma jubilatoria. La del domingo no fue solo una victoria coyuntural, porque la gente se enojó un rato. Se está construyendo una victoria cultural. Se está construyendo, desde el 2001, una victoria definitiva contra el neoliberalismo. 

Argentina es un país en el que los neoliberales deciden experimentar todo el tiempo. Buscan quebrar la tradición de organización colectiva que tenemos acá. La política, la gremial, la social, la cultural. No entienden como no somos un país individualista y meritocrático. Los argentinos no queremos ser ni Chile, ni Perú ni Colombia, presidente. Queremos ser Argentina. El macrismo tenía ese rol y fracasó rotundamente. Los y las argentinos tenemos determinados valores y sobre ellos nos ordenamos. Tenemos nuestras tradiciones y las cuidamos. Y no aceptamos que nos vengan a decir lo contrario. 

Este es el 5to shock económico que sufrimos en 40 años:75; 82, 89, 2001 y 2019. Vamos a salir fortalecidos de esto. Con mas organización. Con un modelo de país y de sociedad para todos y todas. Y preparados para darle el KO definitivo a la runfla neoliberal que nos quiere pobres y sin derechos.


Marcos Peña definió a esta elección como "La Batalla por el Alma" del país. Estamos de acuerdo. Así como en 1983 se eligió la democracia como modelo, y justicia para los asesinos, en esta elección parece que se elige mucho mas que un cambio de gobierno: se elige un modelo de país. Y ese modelo de país inclusivo, para todos y todas, es el que nació en 2003 y Macri prometió no romper para ganar en 2015. 

No alcanzaron 4 años de disciplinamiento económico, titulares en los grandes medios, gurúes comunicacionales varios, shocks, devaluaciones, vuelta al FMI, aumento de tarifas, para convencernos de que lo anterior no servía. No alcanzaron los 70 años de peronismo, los 100 años de fracasos, la inviabilidad del país como concepto, para que el conjunto de la sociedad le de otra oportunidad a este gobierno. Somos el país que somos y va a pasar lo que querramos que pase, como ya nos dijo Cristina, proféticamente, en 2015. Empoderarse, es decir, conducir nuestro destino de forma colectiva, nos va a llevar a terminar con las experiencias neoliberales. Al bombardeo a granel que sufrimos, le oponemos y le vamos a oponer una guerra de guerrillas cada vez mas amplia y consciente. A poder real, le oponemos un cada vez mas organizado poder popular.

Hoy somos un poco mas felices. Hoy nos alcanza la alegría de saber que esta pesadilla tiene final. Que el neoliberalismo puede ser derrotado en las urnas, sin necesidad de una crisis terminal como la del 2001. Pero también sabemos que hay cosas que tenemos que hacer para que estas cosas no pasen mas. Ese pueblo organizado y consciente tiene que saber deconstruir el sentido común neoliberal. Tenemos que construir las herramientas que nos permitan a todos los argentinos ser libres de los cantos de sirena del neoliberalismo. La sociedad se tiene que poder defender de los cada vez mas violentos ataques que sufrimos. No es joda. Nos van a querer disciplinar y no los vamos a dejar. Cuanto más rápido entendamos esto, más rapido vamos a tener el país que nos merecemos. "Piano piano, va lontano", decía el Tolo Gallego en el 2002. Vamos de a poco, pero sabiendo a donde vamos. Y vamos TODOS.

24 de mayo de 2019

Viene a proponernos un sueño



Una bomba. Hace una semana (¿o fue hace un mes? ¿O hace un año?) Cristina cambió todo. Todo lo que creíamos que sabíamos, no lo sabemos más. Como un efecto mariposa, la decisión de Cristina de ser (candidata a) vicepresidenta va teniendo más efectos a medida que pasa el tiempo. Nos pusimos en estado de asamblea, porque teníamos que entender. Pero solo tenemos el preámbulo porque, claro, Cristina nos dice que hay que escribir la historia.

Dejar de ser espectadores para ser protagonistas es la primer cosa. Salir de la tribuna para entrar a la cancha. Hay que jugar. Necesitamos a todos y cada uno, en el rol que mejor le quede a cada uno. Necesitamos gobernar este país. No alcanza con administrarlo. No alcanza con ganar las elecciones. No alcanza con sacar 54%. Gobernar Argentina es otra cosa. Perón pudo un rato. Rosas un rato mas largo. Cristina otro ratito. Después, gobernaron siempre los mismos. Tenemos que poder gobernar Argentina, por un período largo de tiempo. Cristina patea el tablero, para poder gobernar.
Para que podamos gobernar.

"Cristina pateó el tablero y eso siempre es interesante. Por eso hay que discutirlo", dijo Leo. "Hay que ver donde quedamos, ja", dije yo. Entender la magnitud del movimiento estratégico (si, no es una movida táctica para mi, es estratégica) nos va a ayudar a entender cual es nuestro rol en este nuevo orden, donde lo de "Primero la Patria" se ejecuta con el cuerpo y no con la boca. Porque a veces hay que correrse para que la cosa fluya y a veces hay que plantarse para que la cosa crezca. Sintonía fina y mayoría de edad (política) para todos y todas.

Un proyecto estratégico para el país no puede depender de una persona. Cristina lo dijo en 8 mil idiomas. Y eligió ser vice, a ver si lo entendíamos. Un proyecto de país, es un proyecto de un país. De la mayoría de sus habitantes. Cristina nos convoca a que seamos protagonistas de un proyecto de país. Dice Manu "Tenemos que ser mejores todes, no sólo Cristina. El llamado a un contrato social de responsabilidad ciudadana no es únicamente una estrategia para pilotear la tormenta y salir de la crisis. Cristina propone una profunda transformación social y la fundación un nuevo orden en la Argentina. La insistencia en la palabra ciudadanía indica sus dos caras: los derechos y las responsabilidades. El país no se salvará ni con un pacto de cúpulas (que debe existir), ni con grandes liderazgos (que son imprescindibles), ni con fuertes consensos políticos (que hacen falta): para iniciar un tiempo nuevo, se requiere el involucramiento de la sociedad toda en los asuntos públicos." Yo agrego somos nosotros, los (quizás) más ideologizados y (ponele) los mas comprometidos, los que tenemos que hacer el esfuerzo de que el resto se involucre. Proponemos una campaña ciudadana para ganarle electoralmente al macrismo y debemos proponer un gobierno ciudadano para derrotarlo culturalmente. Un gobierno para gobernarlos a todos, diría un Tolkien que escribiera sobre esta época.

Nosotros no somos la élite que tiene respuestas. Las respuestas que tenemos las encontramos en la discusión colectiva. Y cuanto mas colectiva sea la discusión, mayor precisión tendrán las respuestas que encontremos. Volver a eso de "hombres comunes con responsabilidades importantes" no significa ser menos protagonistas. Entender el nuevo tiempo significa que, quizás, haya que gritar menos y hacer mas. O gritar mas y hacer mas, claro. Porque se acerca una etapa donde (ganemos o perdamos) vamos a tener que gritar mucho, para poder avanzar. Pero lo hacer mas va a ser innegociable.

Pero ¿Y Cristina? Porque mucho Contrato social, mucha responsabilidad de todos, mucho ganar las elecciones... ¿Y Cristina? Cristina es el puente que nos lleva al nuevo orden. La última de lo viejo, la primera de lo nuevo. La arquitecta de una nueva sociedad que sea mas igualitaria, mas tolerante, mas democrática. Nos deja mas que una, dos o mil medidas de gobierno. Nos deja un camino.

Somos la generación que nació y/o creció en la última dictadura cívico militar. Somos la generación que se cagó de hambre a fines de los 80 y resistió al neoliberalismo en los 90. Somos los que volvimos a la política de la mano de Nestor y Cristina. Somos los que agarramos de la mano a los que vinieron después que nosotros. Y tenemos que ser los que transformemos a este país definitivamente. La historia nos llama (no, no es Sirvén). Hay que estar a la altura.

24 de febrero de 2019

Hay una elección que ganar. Ganemosla.


Hay que entender que no alcanza con la voluntad para ganar una elección. No alcanza con la razón y no alcanza con los esfuerzos individuales y colectivos. Hay que ser todos los días un poco mas inteligentes y astutos. No se trata de ganarles en su propio juego. Se trata de ganar la elección, para la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria. Y la estrategia electoral se vuelve clave, en esta época tan profesionalizada, donde los detalles deciden votos de a miles. Y para todo esto, debemos arrancar con una historia para contar, que tenga final feliz.

Nuestra historia, nuestro relato, tiene que tener los valores que, no solo defendemos, sino que defiende la mayoría de la población: solidaridad, inclusión, un rol del estado presente, desarrollo tecnológico, inversión en educación, en salud y en ciencia, trabajo, entre muchos otros puntos. Ese es nuestro norte. No somos testimoniales ni principistas. Nuestro relato principal debe ser el camino para llegar a la comunidad organizada. Pero la forma tiene que ser la que nos demanda ésta época.

La posibilidad de ganar la próxima elección depende, primero, de que nuestro relato sea de futuro y de esperanza. Nadie vota a una tragedia, porque nadie quiere una tragedia. Nadie va a votar a los que denuncien los horrores del presente sin una idea de futuro. Sin un camino de salida. Mi amiga Flor insiste con esto hace tiempo. Hay que tomar esa bandera.

Nuestro rol es decir, no que vamos a volver a ser lo que fuimos, sino que vamos a ser mejores de lo que fuimos. Tenemos que ser la esperanza de un pueblo que quiere tener esperanza. Tenemos que ser la voz de un pueblo que quiere tener la vida ordenada.

Es imposible sostener un criterio político, una estrategia en el largo plazo, sin saber que va a hacer tu rival. El tiempo del “jugar solo” terminó hace rato y no es una opción no tener en cuenta al otro. Hoy asumimos con una naturalidad que no existía hace 2 elecciones que las bases de datos, las redes sociales y los servicios de mensajería tienen un rol preponderante en las campañas electorales. El rol de la militancia es adaptarse a la época. De nada nos sirve pensar en épocas mas románticas donde nuestro rol era semiheroico y se notaba. El objetivo principal es ganar las elecciones, en este tiempo y con las herramientas que existen hoy. Hay que hacer lo que es necesario hacer. Porque primero la Patria, porque todos podemos tener un rol y porque los egos hay que dejarlos a un costado en esta hora tan compleja.