24 de febrero de 2019

Hay una elección que ganar. Ganemosla.


Hay que entender que no alcanza con la voluntad para ganar una elección. No alcanza con la razón y no alcanza con los esfuerzos individuales y colectivos. Hay que ser todos los días un poco mas inteligentes y astutos. No se trata de ganarles en su propio juego. Se trata de ganar la elección, para la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria. Y la estrategia electoral se vuelve clave, en esta época tan profesionalizada, donde los detalles deciden votos de a miles. Y para todo esto, debemos arrancar con una historia para contar, que tenga final feliz.

Nuestra historia, nuestro relato, tiene que tener los valores que, no solo defendemos, sino que defiende la mayoría de la población: solidaridad, inclusión, un rol del estado presente, desarrollo tecnológico, inversión en educación, en salud y en ciencia, trabajo, entre muchos otros puntos. Ese es nuestro norte. No somos testimoniales ni principistas. Nuestro relato principal debe ser el camino para llegar a la comunidad organizada. Pero la forma tiene que ser la que nos demanda ésta época.

La posibilidad de ganar la próxima elección depende, primero, de que nuestro relato sea de futuro y de esperanza. Nadie vota a una tragedia, porque nadie quiere una tragedia. Nadie va a votar a los que denuncien los horrores del presente sin una idea de futuro. Sin un camino de salida. Mi amiga Flor insiste con esto hace tiempo. Hay que tomar esa bandera.

Nuestro rol es decir, no que vamos a volver a ser lo que fuimos, sino que vamos a ser mejores de lo que fuimos. Tenemos que ser la esperanza de un pueblo que quiere tener esperanza. Tenemos que ser la voz de un pueblo que quiere tener la vida ordenada.

Es imposible sostener un criterio político, una estrategia en el largo plazo, sin saber que va a hacer tu rival. El tiempo del “jugar solo” terminó hace rato y no es una opción no tener en cuenta al otro. Hoy asumimos con una naturalidad que no existía hace 2 elecciones que las bases de datos, las redes sociales y los servicios de mensajería tienen un rol preponderante en las campañas electorales. El rol de la militancia es adaptarse a la época. De nada nos sirve pensar en épocas mas románticas donde nuestro rol era semiheroico y se notaba. El objetivo principal es ganar las elecciones, en este tiempo y con las herramientas que existen hoy. Hay que hacer lo que es necesario hacer. Porque primero la Patria, porque todos podemos tener un rol y porque los egos hay que dejarlos a un costado en esta hora tan compleja.

1 comentario:

  1. En primer lugar, celebro el retorno de notas en el blog "Según el cristal con que se mire". Muy de acuerdo con la descripción de la etapa.

    ResponderEliminar