Con su cara sonriente, Fernando Laborda nos dice que Chile es progresista. Después de hacer un repaso de los chistes que se hicieron sobre que hubiese pasado si el accidente hubiese sido aqui, escribe "Es cierto que los argentinos tenemos enorme ingenio y desfachatez para reírnos de nosotros mismos. Del mismo modo que somos incapaces de querernos a nosotros mismos un poco más, a diferencia de un pueblo como el chileno, que, por sobre cualquier diferencia ideológica o política, pone el interés nacional. " No hable por mi, señor, porque yo quiero a mi país y siempre trato de privilegiar el interés nacional, como mucha gente que conozco, de distintas posiciones ideológicas. No es el Pueblo, sino la oligarquía, clase dominante (o como quiera llamarlo) la que es profundamente antinacional, antipopular y extranjerizante. Los amantes de titulos como "CHile y el verdadero progresismo" o "En Uruguay dicen..." o "En Colombia tal cosa" o "En Europa tal otra...". Esos son cipayos. Nuestro Pueblo es profundamente nacional, lo demostró el Bicentenario y lo demuestra cada vez que puede. Pasa que no lo muestra. Los medios hegémónicos nos describen de una forma que no somos, porque los esos medios se describen a si mismos como clase dominante.
Sigue el sonriente Laborda" "Chile nos acaba de dar un ejemplo de unidad en la acción, trabajo en equipo, conducción en medio de una crisis, entereza en la adversidad, constancia y, por sobre todo, profundo respeto por el valor de la vida.Ha brindado un ejemplo contundente de cómo convertir un episodio desafortunado, no exento de negligencia, incompetencia y probablemente corrupción, en una brillante oportunidad para exhibir ante el mundo lo mejor de los chilenos." Insisto con el concepto. Cada vez que nuestro Pueblo demuestra algo por el estilo es ninguneado por los medios hegemónicos y se construye un relato falaz. El ejemplo claro es la solidaridad. Miles y miles de jovenes realizan tareas solidarias, pero los medios ponen el acento en los jovenes alcoholizados y drogados, construyendo una juventud que no existe. Ese modelo hegemónico de juventud, de pibe chorro, se choca contra una realidad ejemplar y digna.
Pero no termina el amante de la odontología: "Nada de eso hubiera sido factible sin voluntad política y sin esa concordia entre sus dirigentes, tan extraña para los argentinos. Tampoco hubiera sido posible sin un presidente concentrado en las cosas concretas, en las soluciones puntuales a problemas puntuales, que no precisan prolongados debates ideológicos a los cuales son tan afectos otros mandatarios de la región. El rescate de los mineros resultó exitoso porque no apostó a la magia, sino a la acción responsable y eficaz: se consultó y se puso a trabajar a los mejores; se importó el equipamiento adecuado; se respetaron todos los protocolos de seguridad; se trabajó sin prisa, pero sin descanso, y se unió a todo el país detrás de un propósito. Así, antes de lo pensado, se cumplió el objetivo." Cuando fue el desastre de Tartagal, nuestro gobierno actuó asi, y los medios hegemónicos se dedicaron a analizar las causas del desastre, en vez de colaborar con calma, buscaron responsables. Lo cual no está mal, porque los dueños de la empresa que explotaba la mina no aparecieron. Eso es ir a favor de los intereses de los trabajadores y de la Nación. El rescate es una anécdota. Las causas de la tragedia es lo que importa. En palabras del último minero "Presidente, que esto no vuelva a ocurrir".
Y termina el ya inimputable Laborda: "Chile nos ha demostrado que el verdadero progresismo no pasa por ser de izquierda o de derecha, esa forma de hemiplejia moral que Ortega y Gasset asociaba con la imbecilidad. El verdadero progresismo pasa por la eficiencia. Ser progresista hoy significa lograr consensos para edificar políticas de Estado al margen de mezquinas diferencias ideológicas o de estériles polémicas en torno de un pasado que a veces coarta la visión del futuro." Ser progresista significa eso. Estoy de acuerdo. Porque el progresista no critica el modelo, sino que simplemente trata de no jorobar mucho a los grupos económicos. Ser nacional, popular, latinoamerica, es otra cosa. Es romper con los poderes establecidos, con el status quo, para que los que menos tienen accedan a tener mas. Se puede ser progresista en Europa, donde las necesidades básicas están resultas. Aca no se puede, porque los que menos tienen no tienen tiempo para esperar. Y las diferencias ideológicas nunca son estériles, porque eso nos hace crecer. Si todos pensaramos lo mismo, siempre estaríamos igual
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