Ayer, el simpatico Joaco arrancaba su columna con una frase genial "El flamante Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, acaba de describir a la Argentina como un país que está desapareciendo entre las referencias políticas de América latina. Los Kirchner no se equivocaron cuando intuyeron que el premio a Vargas Llosa era una enorme distinción a un crítico implacable del poderoso matrimonio argentino". Como creer que el Nobel lo dieron pensando en la Argentina (o Latinoamerica) y no por el talento del genial escritor (mas alla de lo gorila que es).
Sin embargo, la nota se torna oscura, cuando al final dice: "Una porción de jóvenes argentinos se siente cerca del kirchnerismo, tal vez porque confunde su inconformismo y sus transgresiones con la noción equivocada de una revolución. Ellos no vivieron la historia reciente y tampoco la leyeron, en muchos casos al menos. La conclusión consiste no sólo en el correcto repudio de los métodos aberrantes de la última dictadura, sino también en que están convencidos de que las organizaciones guerrilleras de los 70 estuvieron integradas por idealistas nobles y generosos. No conciben que en esos grupos había gente dispuesta a consumar el crimen con tanta frialdad como los militares.
Una suerte de amnesia ocurrió sobre la lección de la nueva democracia, que indicaba que los métodos de los 70 no podían ni debían repetirse en el país. Lo más probable es que no se repitan nunca, pero no estaría de más esa vieja base cultural que se está perdiendo entre fantasías y reinvenciones. Es imposible imaginar una sociedad pacífica y tolerante cuando la conducción política es retóricamente belicista, invariablemente sectaria. Políticos opositores, empresarios conocidos, intelectuales con posiciones opositoras y periodistas críticos han sido ya víctimas de ofensas callejeras promovidas por fanáticos solitarios. ¿Hasta cuándo la violencia se detendrá en las palabras, sin pasar a los hechos? "
No podemos sino condenar estas palabras por muchas razones. La principal, es volver a la Teoría de los 2 Demonios, que como dijesemos en algun post viejo, liberaba de responsabilidad a los socios civiles de la dictadura genocida. Socios, como él y tantos otros. Se sigue victimizando. Sigue buscando un muerto, como dijo en el Congreso. Agitar el fantasma de la violencia
Pero hoy Kovadloff va a mas "La aplastante cifra de jóvenes acerca de cuyo exterminio nos anoticia, hora tras hora, el periodismo, forma parte de esas generaciones inmoladas, simultánea o sucesivamente, por el Proceso, la guerrilla, la Guerra de las Malvinas y el delito sin inscripción ideológica. Si se sumaran alguna vez las víctimas que por obra de la violencia armada perdieron la vida en la Argentina en los últimos cuarenta años, se ascendería a un número aterrador. A la hora de ponderar la decadencia argentina deberá tomarse en cuenta esta pavorosa propensión a lo tanático." La guerrilla, el Proceso (no dictadura, Proceso), la Guerra de Malvinas y la inseguridad es todo lo mismo. Es un camino peligroso el que emprende La Nazion. No sea cosa que en poco tiempo estas cosas esten en los titulares de la tapa.
Estas cosas siempre me recuierdana un comentario de un compelro . El decis siempre que la derecha es como un perro rabioso al cual si no los estan todo el tiempo azotandolo te salta a morder en la yugular . Y todos tenemos mas que claro a esta altura que la derecha mata y no literalmente .
ResponderEliminarUn abrazo