2 de noviembre de 2011

La Nación está re crispada

3 opiniones refiriendose al dólar y a la tormenta (?) que se desató tras los anuncios de las nuevas condiciones para comprar dólares. Es tremendo lo de esta gente. Me imagino un equipo médico en medio de la redacción, esperando por algún pico de presión, o incluso, atender algún ACV que se genere cuando la realidad penetra por las ventanas. Leemos:
Una vez más, como antes, se ataca el síntoma y no el problema, porque la adquisición de moneda norteamericana expresa ni más ni menos que la poca confianza en la moneda local. Y las nuevas medidas dispuestas por el Gobierno no sólo no atacan el fondo del problema, sino que a todas luces se manifiestan como improvisaciones o manotazos desesperados. (...)
La ciega voluntad de no querer reconocer el constante aumento de los precios fue una de las razones por las que la gente buscó refugio en el dólar al considerar que éste, respecto del peso, se encuentra subvaluado. Editorial de La Nación

Hoy que el crecimiento está en jaque, priorizar la inflación a costa del crecimiento sería poner el carro delante de los caballos.(...)
En el corto plazo, estas disposiciones deberían reducir la demanda neta de dólares y la sangría de reservas. En el largo, el efecto podría invertirse si las medidas desalientan la inversión extranjera, o si son vistas como señal de debilidad o de creciente represión financiera, fomentando la fuga. Nota de Eduardo Ley Yeyati

La economía argentina venía con problemas, pero para todos había soluciones más serenas y menos dramáticas. El Banco Central tiene todavía reservas, la crisis económica internacional no llegó aún a la Argentina y los precios de las materias primas (las que vende el país, sobre todo) no han bajado considerablemente. El Gobierno debía enfrentar un muy elevado gasto público, la inflación que no se soluciona desde hace cinco años y el ritmo creciente de la devaluación brasileña. Debía, en fin, desarmar una potencial tormenta y no desatar una tormenta. - Joaco el entrañable

 Yo insisto con un tema y es que la realidad no es eso que imaginan, sino eso que pasa. Lo increíble es que para una parte de la sociedad la realidad es la que imaginan en los diarios. No voy a ponerme a refutar todas las cosas que dicen en estas notas. Están llenas de errores. Errores que se comprueban googleando, ojo. Ya no les importa. Perdieron el mas mínimo respeto por la profesión y por el conocimiento. Están en otra.

Aca dejo una explicación bastante simple para el que tenga ganas. Yo estoy triste, porque la caída de un gran diario, de derecha, pero gran diario, es para estar de luto. Son cosas que no hacen bien. Pero son. La realidad no se puede ocultar con una mano.


1 comentario:

  1. Diego, yo vengo sosteniendo que La Nación encarna en esta parte del proceso el accionar beligerante, sostenido incluso por el odio y la intolerancia de sus comentaristas.
    Ya lo superó a Clarín y hasta a Perfil.

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