Para el equipo económico, la batalla por el control del dólar está a punto de ganarse. Tanto es así, que entre los colaboradores de Amado Boudou se preparan ahora acciones para evitar otra cuestión: el posible aumento de las tasas para diciembre. El temor oficial es que aproximadamente para el 10 de ese mes las tasas superen el 20% y lleguen eventualmente al 25%. Nuevamente, para esto, como para la pelea contra el dólar, el mecanismo de defensa deberá ser, aseguran en Economía, garantizar que las petroleras, mineras, aseguradoras y empresas que estuvieron comprando dólares en las últimas semanas los vuelquen al mercado para aumentar la oferta en la moneda local.
Según el Gobierno, las acciones iniciadas desde el lunes para aplacar la demanda de dólares en el sistema financiero y la caída brusca del dólar paralelo comenzaron a mostrar el final de la pelea contra el mercado. Un alto colaborador de Cristina de Kirchner, militante del ala política, se animaba ayer incluso a más, y entre sus funcionarios cercanos hablaba de una victoria contra los «especuladores del mercado que presionaban por un golpe devaluador». Según la visión oficial, la oferta de dólares dispuesta desde el lunes por el Banco Central por orden del Gobierno tranquilizó a los ahorristas que pudieron retirar depósitos en esa moneda. Esto habría distendido la situación dentro de los bancos. Se alegra también el Gobierno de que otra estrategia doble haya tenido buenos resultados. En Economía se reconocía ayer que los bancos respondieron desde el lunes y evitaron alimentar el mercado paralelo del dólar. Luego, también se reconocía por lo bajo que algunas acciones de Guillermo Moreno asumidas como cruzadas personales contra una entidad financiera especializada en el mercado cambiario liquidó el mercado del «blue». Ayer prácticamente no hubo operaciones de este tipo, y las pocas que se registraron se concretaron a un precio de $ 4,75, aun por debajo de los $ 4,8 del lunes.
En Economía insistían en que desde mañana, gradualmente, habría una suba leve y coordenada del dólar oficial y una baja del paralelo, para que ambos coincidan en un valor de $ 4,5 hacia fin de mes, como máximo. «Para el 10 de diciembre, cuando asuma la Presidenta, todo estará en ese nivel y con tranquilidad en el mercado», aseguraban fuentes del Palacio de Hacienda.
Voceros del Banco Central señalaron que la entidad tuvo en un principio una postura vendedora y luego recompró las divisas que había desembolsado para terminar con un saldo positivo de poco menos de 10 millones de dólares. «La operatoria estuvo tranquila, en el mercado mayorista hubo una baja de más de un centavo», indicaron en la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont. Además afirmaron que en los últimos días la caída de reservas fue producto de pago de deuda y de retiros de efectivo mínimo por parte de los bancos, a raíz de la salida de depósitos en dólares.
Sobre este punto, aseguraban ayer en Economía, el principal problema a resolver es la presencia de dólares en el interior, donde por cuestiones de logística faltan billetes para operaciones de cierta importancia.
Seguros de que los problemas con el dólar están encaminándose, los cañones ahora comenzaron a concentrarse en la preparación del escenario futuro. El temor oficial es que podría repetirse el escenario del verano 2008-2009, cuando con Martín Redrado como presidente del BCRA (un año antes de la crisis que determinó su salida), las tasas treparon a un 25/27% para el sector mayorista. Se señalaba que en esa oportunidad hubo problemas de faltante de dólares, debido a la demora de la liquidación de las exportaciones sojeras por la sequía en el campo. El cuadro se agravó por cuestiones estacionales, cuando las empresas demandaron pesos para hacer frente a los pagos de aguinaldos y premios de fin de año y la liquidación del vencimiento mensual de Ganancias.
Se supone que un problema similar podría repetirse en un mes. Para esto, la solución encontrada es presionar aún más a las compañías exportadoras y a las petroleras, mineras y aseguradoras para que cumplan con la ley que obliga a liquidar divisas dentro del país. Según Economía, habría ya comprometidos pagos dentro del sistema financiero por unos u$s 500 millones para los próximos días. Pero Boudou y su equipo quieren más, y esperan unos u$s 1.500 millones por encima de esa cifra. Se aguarda, además, y se presionará para ello, que el pago de aguinaldos de diciembre se concrete con el cambio de los dólares comprados en las últimas semanas. Quizá nuevamente sea una tarea para Moreno, que ya tiene datos sobre su escritorio sobre las compañías multinacionales que adquirieron divisas y deben liquidar premios de fin de año y aguinaldos.
Nota de Ambito Financiero
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