A 24 horas de haber anunciado un proceso para la eliminación de subsidios en electricidad, agua y gas para los hogares que no lo necesitaran en la Capital Federal, que concluiría en la tercera factura a recibir a partir de ahora, el Gobierno adoptó una actitud más cautelosa en las reuniones que los funcionarios mantuvieron con directivos de las empresas prestadoras. La novedad más importante es que las cartas para que el usuario defina si necesita o no seguir subsidiado, que acompañarán a las próximas facturas, se destinarían sólo a los barrios de mayor poder adquisitivo de la Capital -el corredor Recoleta-Núñez- y también del Gran Buenos Aires, área que no se había mencionado el miércoles en la conferencia de prensa de los ministros Julio De Vido y Amado Boudou.
Esta virtual marcha atrás de lo que se pensaba hace dos días por lo menos en algunas áreas del Gobierno se debió al temor de provocar un impacto de bolsillo muy alto en los sectores medios de la sociedad. El problema es que como está planteado el esquema, el consumidor sólo tiene la opción subsidio o no subsidio, cuando para la mayoría de los hogares lo deseable es un acomodamiento gradual de los montos a pagar. Expertos en el tema creen que si se tardó ocho años en armar la madeja de subsidios hasta llegar a $ 70 mil millones, lo deseable es tomar un período de dos o tres años para ir bajando en forma paulatina la subvención estatal a las familias de ingresos medios y bajos.
Aunque todavía no hay decisiones cerradas, el formulario en el cual el usuario debe responder con carácter de declaración jurada se enviaría a partir de diciembre a los barrios de zona norte de la Capital y a los de mayor poder adquisitivo del GBA, en cuya ubicación colaborarán las empresas prestadoras. En la carta constará el subsidio recibido este año y (aunque en esto todavía hay más dudas) el que correspondería a 2012 considerando el nuevo precio estacional de la energía, los nuevos cargos en gas y una suba de 230% para AySA.
La confusión hasta ayer era tal que el titular de Edenor, Alejandro Macfarlane, dijo en una declaración radial que el consumidor que no tenga más subvención pagará lo que indica hoy la factura como consumo sin subsidio, cuando en realidad ya se dispusieron subas del 200% al 250% en esas cifras. Lo que está claro por ahora es que las empresas que cubren determinadas actividades como bancos, casinos, agroquímicos, petroleras, y los hogares de Barrio Parque y Puerto Madero, y los countries de todo el país no tendrán más subsidios. Las empresas desde el 1 de diciembre y las casas de familia desde el 1 de enero. Pagarán a partir de esas fechas el precio total de la energía mayorista establecido en la resolución de la Secretaría de Energía del jueves 10 de este mes y los cargos en el gas que surgen de la norma del Enargas publicada el martes 15.
También desde el lunes todas las prestadoras de los tres servicios deberán disponer en internet, en el call center y en las oficinas comerciales de mecanismos para la renuncia voluntaria al subsidio, opción sobre la que el Gobierno tiene expectativas que no parecen coincidir con la realidad.
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