12 de septiembre de 2011

Cómo cambió la Villa 1-11-14 a dos meses del Operativo Cinturón del Sur


Los gendarmes entran al barrio cerca de las 5 de la tarde. En su lento desfilar por las calles se van topando con grupos de niños de escuela primaria. Es viernes, acaban de salir del turno tarde. A juzgar por los rostros, por las risas y los movimientos descuidados de los alumnos, la Gendarmería se ha convertido en parte del paisaje. Parecen no tenerles miedo. En las primeras cuadras, las más cercanas al estadio de San Lorenzo, se ven locutorios con precios promocionales para llamadas a Perú, Paraguay, Bolivia y España; comercios de venta de celulares; tiendas que ofrecen una oferta muy variada de hilos de todos colores. “En esta zona hay muchos talleres clandestinos”, comenta a Tiempo Argentino uno de los uniformados.


La columna de gendarmes está cumpliendo con lo que en el Ministerio de Seguridad definen como un ejercicio de “saturación policial”. Los efectivos, entre los que hay hombres y también mujeres, caminan por las calles más anchas pero de pronto, tras un gesto aprobatorio del comandante mayor Aníbal Michellod, se meten por un pasillo angosto por el que sólo se puede caminar de a uno. El pasillo es un laberinto de puertas cerradas, ventanas y escaleras curvas de hierro. Entre la procesión armada –cada gendarme lleva escopeta o fusil y una 9 milímetros en la cintura– camina el subsecretario de Delitos Complejos, Miguel Robles, de traje y corbata.

1 comentario:

  1. Ojalá todo resulte bien. Nuevamente nos encontramos con cuatro años por delante con un alcalde adverso.
    "La gente está muy contenta”, dicen. Ojalá.

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