29 de septiembre de 2011

Subir la vara - El caso de los docentes golpeados

La politica es asi: mala onda. Nunca se llega a ningún lugar porque siempre hay nuevos desafios. La "Agenda Macro" todos la conocemos, pero el descongelamiento de la política y el paso al costado de la economía en la conducción del país, hacen que empecemos (por fin) a discutir otras cosas que son profundamente necesarias en la construcción de la nueva argentina.

Aclarando que estas discusiones son posibles debido al proceso político que instauramos en 2003, es necesario enfocar la artilleria a nuevos problemas que van surgiendo. POr ejemplo, la educación pública. 

Dice Roberto Baradel, Secretario general del SUTEBA: “Le estamos reclamando al gobierno una reunión, para que se implemente un plan integral de erradicación de la violencia en el ámbito escolar. Es fundamental trabajar fuertemente con los alumnos, con los padres, con la comunidad educativa y con los docentes para generar acciones que tiendan a evitar este tipo de situaciones de violencia que se vivieron en la escuela el otro día. Se tiene que fortalecer la operatividad de los equipos interdisciplinarios, que son los Servicios Locales en cada distrito, donde intervienen abogados, médicos, psicólogos y trabajadores sociales que puedan trabajar con la escuela articuladamente y con otras instituciones. Además, creemos que se tiene que avanzar en nombrar equipos de orientación escolar en cada escuela de la provincia de Buenos Aires, solamente el 40% tienen estos equipos. Avanzar en llevar adelante un plan de jornadas en las escuelas con participación de padres y alumnos para tratar este tipo de temas”

La escuela pública sobrevivió a los 90, gracias al activismo de los docentes y padres de cada comunidad educativa. Recordar los proyectos que pensaban en municipalizar la educación pública, con escuelas estatales que dependan del aporte privado mas que el estatal (como pasa en Brasil, ejem, y en Chile). Y la escuela pública quedó asi. Con un gran atraso presupuestario a pesar de tener el 6% del PBI nacional. Con sueldos que se tienen que rediscutir cada año, con condiciones laborales que mejoran pero no alcanzan, con grandes diferencias entre las provincias mas ricas y las mas pobres. 

Pero eso no es todo. Los hijos de los 90, los que crecieron en la marginalidad que propuso el menemismo y la sociedad aceptó durante mas de 10 años, hoy son padres de pibes que van a la escuela pública. Y en algunos casos, van a la misma escuela que iban ellos. No voy a hacer una interpretación psicologista del asunto, porque entiendo muy poco de psicología. Pero es necesario poner atención no solo en los chicos, sino tambien en los padres, que vieron, de chicos, que el Estado los abandonaba. 

Entender que somos consecuencia de una historia y que el pasado que tenemos que reparar es demasiado grande, como para pensar en que ya llegamos a algun lado. La expresión de Nestor de "salimos del infierno" es tal cual, pero quedan todos los daños que produjo el transitar por el infierno tantos años. Tantos compañeros golpeados moralmente, no se pueden reparar asi no mas. Que la escuela cumpla un rol en estos temas es fundamental, pero para eso debemos abandonar toda pretensión corporativa y cualquier tipo de señalamiento. Que un docente haya sido golpeado hoy, es producto de 30 años de deterioro institucional, familiar, económico, político y social. No lo vamos a resolver con sanciones. Eso es poner la basura debajo de la alfombra. Buscar nuevas formas de solucionar estos problemas, es tambien profundizar el modelo. Porque a esos compañeros que golpean docentes, lo que les falta es sentirse parte. Solo con la AUH, lamentablemente, no alcanza.

2 comentarios:

  1. Hola Diego
    No tengo experiencia en educación, pero creo que en la escuela se replican situaciones que ves en todos los ámbitos. Hace poco, hubo un paro de subtes, y recuerdo haber visto por televisión a algunos usuarios agrediendo a los laburantes que hacían el paro, porque eso les afectaba.
    No olvidemos los hechos de violencia que ocurrieron durante la toma del Indoamericano, aunque allí había gente que "orientaba" el curso de las acciones. Allí (y tantas otras veces) agredieron también a los médicos y choferes del SAME.Hay un quantum de violencia en mucha gente, que no es patrimonio de una clase social determinada. Si bien hay una diferencia de grado (e importante) entre la palabra y la acción, ¿cuántos padres de colegios privados amenazan a sus profesores si bochan a sus hijos "porque yo pago"?. No les pegarán, pero quieren condicionarlos, apretarlos, marcarles con prepotencia quién manda. Hace muy poco, con el caso de esta chiquita Candela, el subjefe de la policía quiso dar explicaciones a una multitud, que intentó agredirlo. Más allá de la actuación de la policía, si los dejaban, lo lapidaban al tipo. Pero 24 horas después, cuando se conocieron los llamados a la familia para que devuelvan la guita que habrían mejicaneado, la que tuvo que soportar los insultos era la propia madre.
    Creo que vivimos en una sociedad de múltiples violencias, todas repudiables. Y justamente, necesitamos más educación, más salud y más integración. Muy de acuerdo con vos, sólo con la AUH no alcanza.
    Abrazo

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  2. Sujeto, está claro que hay una violencia que está solapada por acción del gobierno, pero que se manifiesta ni bien hay alguna "excusa". por eso digo que hay que subir la vara, y empezar a pensar los mecanismos necesariamente mas complejos, para intervenir en temas como este, y exigirnos mas, sobre todo a nosotros que pensamos que este es el mejor camino que puede tomar la sociedad, porque corremos el riesgo de dormirnos en los laureles y que esa violencia que muy bien describis, deje de ser "controlada".

    Un abrazo

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