Majul, ese amigo del alma

Me pasa algo raro con Majul. No me cae mal. Lo veo como el cajero del super que defiende la corporación. Uno no se enoja con los cajeros por el precio de las cosas. Ellos solo cobran. Bueno, con él me pasa lo mismo. Tiene ganas de ser gerente de sucursal, por lo menos. Y no. Es cajero. Y le pone pilas. Y defiende a la empresa aún mas que otros, pero como esos otros tienen chapa y vienen recomendados, lo postergan. Claro, yo no haría lo mismo que Majul. Yo me haría sindicalista y no amigo de los patrones. Defendería a mis compañeros. Para que me defiendan a mi. Porque los patrones son asi, viste. Te usan, te forrean y te tiran.
Porque si no tenes calidad y solo tenes voluntad de chupar las medias es muy complicado. En el rubro hay unos cuantos chupamedias como para que lo suyo sea novedoso. No necesitan otro. Pero él, conciente de sus limitaciones psicomotrices, insiste. Y está bien. Todos necesitamos ser reconocidos. En el fondo, debe ser un problema de ego.
Hoy, Majul, nos brinda mucho de su calidad de opinologo de la realidad. "Una pésima señal de Cristina", dice. ¿Cual, acordar con Macri? No, no reprimir. Está claro que la discusión en estos días era (de vuelta) como resolver los conflictos sociales. Ellos quieren que el país se incendie. Aguinis mira a Cristina y se acuerda de Hitler (?),  La Nación ve anomia, y Clarín nos regala su humor diario (notaron que los chistes pasaron de la contratapa a la tapa)

Por eso, como me voy a enojar con Majul. Es el peor alumno queriendo hacer bien los deberes. Nunca va a ser abanderado o escolta por mérito propio. Sabe que ese lugar se lo tiene que ganar a costa de regalos a sus jefes. Ni una mención de los punteros PRO o los barras de Boca, o el proyecto de ley de titularización de tierras. Nada. Solo se enfoca en Cristina. Está bien. El rol de Milkhouse lo tiene que ocupar alguien.