Moyano, Cristina y el proceso político contra las corporaciones

Desde hace mucho que sostenemos que el conflicto de poder entre Hugo Moyano y Cristina era inevitable, debido a que el compañero Secretario General de la CGT no se iba a subordinar a la estructura de poder popular que se está generando. Desde hace mucho que decimos, también, que el rol del sindicalismo debe ser revisado. El mundo cambió. Argentina cambió. Y con ello, todos debemos renovar nuestras prácticas políticas sociales y culturales. Es imposible seguir avanzando si no.

Lo importante, también, es entender que aqui no hay problemas personales sino políticos. Hay diferentes proyectos. El sector sindical que encabeza Hugo Moyano, la Corriente Nacional del Sindicalismo Perosnista, quiere tomar el poder político, desde una corporación. Es interesante este punto. Nunca una corporación puso "a uno de los suyos" en una democracia plena como la que vivimos ahora. Podemos recordar a la década infame o al período 1853-1916, donde el fraude patriótico o la oligarquía agroexportadora definía cual de sus representantes iba a ser presidente. Pero no había garantías electorales. Hoy si.

¿Son legítimas las aspiraciones de Moyano y su sector sindical? Por supuesto. ¿Hay que enojarse? Definitivamente no. La pregunta, entonces, es por que todo este lío.

La premisa fundamental es que el Movimiento Obrero es la columna vertebral del Movimiento peronista. Esto es, sin obreros no hay peronismo ¿Con solo obreros hay peronismo? Tampoco. Todos lo debemos entender. Cuando el general decía "Primero la Patria, Despues el Movimiento" (leer con voz de Perón) decía que teníamos que estar unidos para que el Pueblo tenga mejoras continuas en su bienestar. Desde el peronismo nunca creímos en eso de "tomar el poder" tipo Palacio de Invierno, sino en ir modificando de a poco la realidad. El fifty-fifty es una metáfora de eso. Grondona lo grafica con la metáfora de la rana en la olla de agua tibia.

En los últimos días hemos presenciado una escalada verbal, fundamentalmente desde Pablo Moyano ("Nunca dijimos que Menem habia sido un gran presidente") y desde un vocero de camioneros que se me fue el nombre. Hugo despotricó contra funcionarios ("chirolistas y che pibes") y antes lo había hecho contra La Campora ("nenes bien"). Tambien está alejado de "los gordos" (sindicatos de empresas privatizadas, Comercio, Alimentación, UTA, Construcción, UPCN), de las industriales (SMATA, UOM) y se ven fisuras con las transportistas (Viviani, Ferroviarios). Sus aliados, Judiciales, Canillitas, Peones Rurales, APTA (Cirielli), APLA (Perez Tamayo), APOPS. La Azul y Blanca de Barrionuevo, por ahora, está en silencio. La CTA de Micheli se sube a cualquier tren con tal de figurar. La CTA de Yasky aparece mas cercana al gobierno, aunque con muchas facturas por cobrar.

La disputa por la CGT, entonces, está complicada para la CNSP. Y mas se va a complicar si se agita la bandera de la "democracia sindical". Esa consigna minoritaria dentro de sindicalismo, solo puede ser bien recibida por la CTA. Muy poco para la interna de la CGT. Mucho para plantarse como una alternativa política de aca al 2015. Ese es el plan, entonces. Dejar de ser columna para ser cabeza. La pregunta siguiente es: ¿como repercutiría en los territorios la salida de las estructuras gremiales?

Eh aqui el quid de la cuestión. Porque la siguiente pregunta a hacerse es: ¿En los territorios están dispuestos a renunciar a los cargos municipales, abandonar las basicas, en definitiva, al peronismo, para lanzarse a una aventura que nadie sabe como va a terminar? ¿Cuantos creen tanto en Hugo Moyano para renunciar a la militancia histórica y fundar con él un nuevo partido/movimiento? Yo creo que, por ahora, pocos. Y van a ser pocos. La experiencia de Ubaldini en el 91 está demasiado fresca. Recordemos, de paso, que Hugo Moyano fue uno de los impulsores de esa experiencia. 

Para la anécdota queda Piumato comparando a Lula con Moyano. Y a Perón con Moyano. Bizarreadas tuiteras. Se discute poder y proyectos políticos. Este proyecto político que HOY controla el Estado, enfrenta a las corporaciones. A todas. Moyano eligió pararse desde una corporación para competir por el poder político. El riesgo es grande. Se puede quedar sin nada.