Miré y escuché con detenimiento el último discurso de la Presidenta en Rosario, con la libreta de anotaciones en la mano (no te alcanza para una tablet o una netbook? Tas pobre). Esperaba, como muchos, que asumiera la parte de responsabilidad que le cabe en la tragedia de Once al Estado (Claro, tipo carroña). Anoté cada una de las afirmaciones (si tengo que marcar las afimaciones de tus notas, me quedo en bolas) y los gestos que Ella usó para hablarle al país. Tomé nota de su llanto (crack) y de sus reacciones más impactantes (amarillista), incluido el momento en que se puso a entonar las estrofas que identifican a "la gloriosa Jota P", al ritmo de "Todavía cantamos", la canción que Víctor Heredia transformó en un himno (menos mal que aclaraste el ritmo, porque si no, no sabía como era).
Me pareció reiterativo pero legítimo que incluyera, para festejar el bicentenario del Día de la Bandera, algunos de los logros de su gestión y también de la de Néstor Kirchner (reiterativo pero legítimo. Menos mal que estás para legitimar las acciones del gobierno. Que haríamos sin vos). Me gustó que defendiera -aunque tengo mis dudas sobre su verdadero sentimiento respecto de eso- el derecho de disentir y de opinar (muchos elogios, te estás volviendo K?). Me pareció bien que alentara la idea de ejercitar lo que se denomina "pensamiento crítico" (3 elogios en un párrafo, traés el facón bajo el poncho). Considero algo exagerada su afirmación de que algunos integrantes de la oposición y ciertos periodistas criticaron su silencio porque representan algo peor, todavía, que los cuervos y los buitres (Algo exagerada? Está por venir un palo terrible). ¿No se trata, en todo caso, de una opinión distinta del discurso único que se quiere imponer? (no, son buitres que buscan el impacto. Como vos, que anotaste "frases impactantes")
Sin embargo, hay dos o tres cosas que convendría no dejar pasar por alto, para no agregar más locura al horror del desastre (Ahi estamos, no podía fallar). Una es la infeliz comparación de la muerte de su compañero con la desaparición de las 51 víctimas de la tragedia de Once (Infeliz comparación. Bien). Ella explicó que lo hacía para demostrar que comprendía el vacío, la ausencia y el silencio que representa la muerte del ser más querido(Y si, explicó que sabía que era la muerte. ¿Que parte no te gustó?). Por supuesto, logró con esa mención el silencio absoluto del público y de los funcionarios, que la escuchaban absortos (Claro, hablabda desde sus sentimientos sobre la tragedia de Once). La cámara acompañó sus palabras, porque cuando terminó de hacer aquella referencia personal enseguida el director "ponchó" un cartel con la imagen de Néstor Kirchner (Ah, ahora sos semiólogo. Ok). También consiguió, después de mencionarlo, que sus chicos de La Cámpora la envolvieran de energía con el ya conocido "Néstor no se murió/ Néstor no se murió/ Está vivo en el pueblo/ la puta madre que los parió" (Esto es una especie de análisis de discurso? Medio básico viene). Sin embargo, por su formación política e intelectual, y también por puro sentido común, Ella debería saber que el fallecimiento del ex presidente y el de las víctimas de la estación de Once no son comparables (Y no, el tema es que no comparó las muertes, sino que comparó sentimientos ante la muerte. Se ve que esa parte no la anotaste en la libretita).
Primero, porque por más que la militancia pretenda fabricar un relato mítico sobre los detalles de su desaparición, Kirchner murió en la cama matrimonial de un infarto de miocardio (Aja. ¿y?). En cambio, la desaparición física de las personas que fallecieron el miércoles 22 de febrero se produjo por la negligencia o la irresponsabilidad de varios actores políticos (entre ellos, funcionarios del gobierno que preside) (Ok, pero aclaramos ya que no compara las muertes, sino los sentimientos ante la muerte). Habría que agregar que, así como la Presidenta justificó su silencio inicial diciendo que nadie debía esperar de Ella una especulación política ante la desgracia, mezclar su propio dolor personal con el de los familiares de las víctimas bien puede ser considerado algo por lo menos frívolo o forzado (O sea que PARA VOS es frívolo y forzado. Hacete cargo ¿no?). Para citar un ejemplo emblemático: se trata del mismo tipo de mezcla que hacía el ex presidente Carlos Menem cuando argumentaba que tenía derecho de indultar a los miembros de la junta militar de la dictadura más sangrienta de la historia por la única razón de que sus verdugos lo habían privado de la libertad (Ok, ahora comparás la tragedia de Once con la dictadura. Vos sos uno...). Para decirlo sin rodeos: el sufrimiento personal no exime a los presidentes de su responsabilidad política (Y no, la responsabilidad política existe siempre. Menos mal que te tenemos, Luis).
El otro asunto que no se debe soslayar es que la Presidenta no hizo la más mínima mención ni autocrítica a su desempeño o las decisiones que tomaron sus subordinados (La parte de que si no hicimos mas es porque no pudimos tampoco la anotaste, se ve). El martes, en Rosario, Cristina Fernández, una mujer de memoria prodigiosa, no recordó, por ejemplo, que el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime reportaba de manera directa a su marido (Ricardo Jaime era ministro de Transporte de Kirchner ¿A quien queres que le reporte?). La jefa del Estado no mencionó que ahora Jaime está acusado, en más de una causa, de actuar en connivencia con los empresarios que manejan Trenes de Buenos Aires (TBA) (procesado, Luis, no sentenciado. Y no está mas en el gobierno). Tampoco recordó que permaneció en su puesto varios meses después, cuando ella ya no era primera dama sino presidenta de la Nación (Que tiene que ver eso con algo?). Estoy seguro de que si algo parecido le hubiera ocurrido a Eduardo Duhalde, a Daniel Scioli o a Mauricio Macri, ella lo habría recordado, porque se trata de un dato duro que no puede ser rebatido con una opinión, por más que se llore, se grite o se patalee (dato duro es que Macri está procesado y vos no lo recordas nunca, por ejemplo).
Tampoco se pueden esconder, tergiversar ni manipular las advertencias de la Auditoría General de la Nación, la Comisión Nacional de Transporte y delegados ferroviarios no corrompidos (y no). En El Dueño , por ejemplo, cuya primera edición apareció en noviembre de 2009, hay tres capítulos completos que incluyen informes originales sobre el riesgo de viajar en tren sin el control ni la seguridad mínima (ah, te citas a vos mismo. Crack. Pagaste el PNT?). Y en Hablen con Julio , de Diego Cabot y Francisco Olivera, publicado en 2007, se explica cómo funciona el sistema de retornos ilegales que se obtienen de los subsidios que no se invierten en seguridad para el transporte público (Es un libro, Luis, no una sentencia. No tiene validez legal). ¿Es suficiente que ahora la Presidenta argumente que "no alcanzó la plata" para hacerlo, porque se la usó, entre otras cosas, para devolverle a los argentinos el dinero que había quedado encerrado en "el corralito"? (Es una explicación)
Al menos, hubieran tenido el decoro de cumplir con las promesas que se vienen haciendo desde 2003 para reactivar el sistema de ferrocarriles. (Ah, hubiera tenido el decoro. Pero dijo que la plata no alcanzó. Se ve que no podés conectar dos ideas, porque eso lo anotaste) La reapertura de los talleres de Tafí Viejo se anunció, con bombos y platillos, más de una vez, y todavía está en veremos (se ve que venis algo atrasado, porque esto es del 2008 y esto es del año pasado y esto es de septiembre del año pasado. Puede pasar, vos ni googleas nada). El soterramiento del Sarmiento debía haber estado terminado el año pasado y aún las obras no llegaron ni a la cuarta parte (25% del soterramiento? mirá como avanzó). El megaanuncio del tren bala jamás se hizo realidad, pero el Estado tuvo que pagar, igual, decena de millones de pesos por gastos de auditoría y diseño del proyecto (pero vos estabas en contra del tren bala). ¿No podía haberse utilizado ese recurso y semejante impulso político en mejorar la seguridad de los vagones y el estado de los rieles o los sistemas de freno? (Ah, la empresa nada. Ok)
La intervención de TBA, el emplazamiento público al juez de la causa para que obtenga los resultados de la pericia, el haberse presentado como querellante en un juicio en el que aparece como corresponsable, no borrará la percepción mayoritaria de que durante los últimos veinte años el Estado no cumplió con su obligación de controlar y prevenir desastres como éste (mirá vos. Nada mas que 20 años). Menem desguazó el sistema al entregar los trenes a los concesionarios, Fernando de la Rúa no movió un dedo (si, prorrogó las concesiones 20 años, pequeño detalle), Duhalde convalidó la desinversión cuando decretó la emergencia, la política de Kirchner privilegió el uso de las rutas y los camiones y convirtió a la Secretaría de Transporte en una caja política, y a Cristina Fernández le estalló una bomba que ni siquiera había empezado a desarmar. Es una locura pedir la renuncia de la Presidenta por lo que sucedió (¿quien pidó la renuncia? Estas loco?), pero a la historia hay que contarla completa (historia completa, me suena conocido), más allá de las conveniencias políticas y los amigos de negocios.
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