27 de agosto de 2010

Che ¿Quien carajo juzgó a los genocidas en los 80?

Recuerdo cuando Nesto K, en la ESMA, pidió perdón en nombre del Estado Argentino a todas las víctimas por no haber realizado nada en todos esos años. Todos los progres de capital se le fueron al humo, recordando que Don Raúl (el papa de Ricardito) había realizado el Juicio a las Juntas, a partir del informe de la CONADEP.
Ahora, conocidos miembros de la CONADEP y del Tribunal que juzgó a las juntas, salen a defender a civiles que presuntamente cometieron delitos de lesa humanidad, o quizas fueron complices por acción u omisión. En el aguante populista hacen una revisión del tema, aca. La pregunta que surge, siguiendo el razonamiento, es por que razón tipos que en su momento se jugaron por los DDHH (mas allá de los matices que pueden tener cada uno, había que jugarse contra los milicos en el 84) hoy reivindican los negocios de la dictadura. La respuesta, dura, podría pasar por dos ejes: lo formal y lo factico. En otras palabras, muchos estaban de acuerdo con que se solucione el problema, pero se espantaron con las "formas". De nuevo vuelve a aparecer aqui una discusión que es actual: no se discutió el que, sino el como. Se vació de contenido al compañero desaparecido, se lo hizo light. Eran "buenos pibes", "equivocados", "jovenes idealistas", y varios etc. Y los milicos unos hijos de puta. Teoría de los 2 demonios y a casa. Borrón y cuenta nueva. Ni vencedores ni vencidos. y los ignorantes que hicieron el trabajo sucio, presos. Todos, Clarín, Magdalena, Alfonsín, señalaban a los milicos y decían "que barbaridad", "es escandaloso". Pero los negocios siguieron, porque los complices siguieron. Los que callaron, ocultaron, se llenaron de plata se pusieron la gorrita, los anteojos negros y salieron silbando bajito por la puerta de atras.
La historia es conocida. Punto Final. Obediencia Debida. Indultos. Impunidad por años. Nadie, por supuesto, oso tocar ni a los milicos, ni a los civiles. No había pasado nada. La presión que hoy hacen los medios hubiese bastado para que la rata de anillaco abriese los juicios. Pero no. Se escandalizaban. pero, como son republicanos, aceptaron las reglas de la republica. Los que creíamos en los DDHH, al olvido. Marchas de mil, 2 mil personas. Estabamos en el pasado, eramos resentidos. Pocos acompañaron la lucha ¿Los K? No recuerdo q hayan estado. por ahi soy injusto.
Hoy, los democratas de ayer, son los defensores del odio hoy. ¿Que cambio? Que se descubrió la complicidad civil. Eso los aterra, vaya uno a saber por que. Y como el pasado siempre se resignifica en el presente (a pesar de los tipos que creen que la historia es inmovil), hoy podemos decir que esos heroes de ayer, muestran sus miserias y sus límites hoy. De todas formas, lo que hicieron fue muy bueno. Sin embargo, para eso esta la historia: para superar los límites que ayer quisieron imponernos.

No se si alguien habra entendido algo. No quiero ni corregirlo, porque es un texto que sale de la impotencia de revisar una histora y descubrir que nada es como era. Si, yo tambien, en algun momento, leia el Clarín.

2 comentarios:

  1. Hola Compañero.
    Yo también siento cierta pena, más que nada por Strassera y tambíén Graciela Fernández Meijide.
    Lo de ella es lo que menos entiendo, porque sufrió la pérdida de un hijo. No sé qué elaboración de las cosas puede haber hecho. La respeto en ese punto de su dolor.
    Strassera, en cambio, creo que quiere pasar a la historia como la gran figura por su rol en el Juicio a las Juntas; no puede olvidar que es radical (y antiperonista) y actúa en consecuencia.
    Yo también leí Clarín por muchos años; lo importante fue dejar de leerlo cuando fue necesario.
    Pero mirá, toda moneda tiene dos caras: a mí, la denuncia sobre Papel Prensa, la historia que escuché mil veces a lo largo de los años, me ha despertado ilusiones. Creo que básicamente de eso hablo en mi último posteo, escrito ese mismo día. Decís bien, nada es como era, pero por ahi...algo se cuela.
    Hay una de esas frases que uno tiene de cabecera, esas que no pueden ser más ciertas: la verdad es hija del tiempo.
    Un Abrazo

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  2. es justa tu indignacion y la mía y la de tantos, es claro lo que decís... Hay que seguir remando para que el futuro sea nuestro, lo merecemos.

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