29 de mayo de 2011

Queremos competir, no ganar por ausencia

Cada día que pasa, cada hora, cada minuto, se desintegra mas el sistema político. No hay equivalencia entre el kirchnerismo (con sus contradicciones y sus limitaciones, claro) y lo que se denomina oposición. Juegan en categorías diferentes. Uno es el Barcelona (nosotros) y el otro es Quilmes (con respeto, claro). Pueden hacer fuerza un rato, alguna trapizonda, un buen sistema táctico. Pero al primer gol, se acaba el partido. Y eso que Messi (Cristina) toca cada vez menos la pelota. Mira el partido desde un costadito, esperando que sus compañeros no comprometan el baile.
Joaco, hoy, dice que no tiene equipo. Que el alienta porque perdamos, como buen mediocre, pero que sabe que no merecen, que no saben. Sabe que no es posible. "La oposición parece ser la primera en haberse convencido de que Cristina Kirchner ya ganó. Sólo esa certeza explicaría tanta desorientación y, sobre todo, tantas deserciones cuando falta menos de un mes para que concluyan todos los plazos de inscripción de candidatos. Una mezcla inexplicable de egoísmos y de amateurismo, de escasa experiencia política y de exigua voluntad de poder, está conduciendo el proceso opositor. Son defectos expuestos ante la sociedad frente a un gobierno que ha hecho del marketing político su mejor producto. Embellece los errores, oculta los problemas." Shora el Joaco. Impotente. Como Ferguson ayer. Como Mourinho antes. No tiene otra, ante la maquina demoledora que es el kirchnerismo.
Ese llanto impotente, sin embargo, le deja lugar para las bajezas. Obvio. Es un truán de los mas importantes. "Quizá la Presidenta habría dudado en presentarse a la reelección si hubiera tenido que enfrentar un desafío con el riesgo de una segunda vuelta. Ni su ánimo ni su fortaleza física están en condiciones de soportar el descomunal esfuerzo que significarían dos elecciones nacionales competitivas y muy cercanas entre ellas. Cristina Kirchner no sólo se quiebra en público; también lo hace, con más frecuencia aún, en reuniones privadas. Sus largos silencios y sus sollozos entrecortados suelen presentarse de improviso en cualquier encuentro del que participa. (...) Digan lo que digan, Kirchner le hizo un último favor a su esposa: se llevó a la tumba los restos de ese peronismo que había nacido a la sombra de su oposición." Favor bárbaro nos hizo Néstor. Que tarado. Y encima le quedan lugar para especulaciones Lilitescas: "Algunos de ellos han llegado, incluso, a explorar una fórmula entre Alicia Kirchner y Reutemann para el caso de que Cristina desistiera. Son reaseguros que se murmuran, pero que nadie sabe siquiera si cuentan con la aprobación presidencial." Ya sabemos de donde salen los delirios de Carrió.
Pero no es el único. El Doctor, en una vocación por manipular las matemáticas extraordinarias, insiste en algo que no tenemos idea de que se trata. Dice que, como entre Rossi y Bielsa sacamos el 26% de los votos en Sta Fe, estamos mas cerca de el 2009 que del 2007. Claro que en el 2007 sacamos el 32% en Sta Fe y en el 2009 sacamos el 9%. Pero son detalles. No le vamo a contradecir a un hombre mayor, que está tirando sus ñultimas cebitas. Risa da.
Sin embargo, sus devaríos avanzan:"Tanto el golpe de 1930 como el advenimiento del primer Perón en 1945 han sido señalados como las dos fuentes de nuestro retroceso. Esta interpretación desconoce una tercera fuente de nuestro infortunio que ha sido, en definitiva, radical . Es que, con la Declaración de Avellaneda de 1947, abrumada por el triunfo del primer Perón en las elecciones presidenciales de 1946, la Unión Cívica Radical abandonó su tradición "alvearista", de centroderecha, para competir con el peronismo en nombre del yrigoyenismo por el espacio de la centroizquierda. Hasta ayer, el mapa ideológico argentino presentaba entonces dos alas de centroizquierda, una peronista y radical la otra, y ningún ala de centroderecha." La UCR de centroizquierda, desde 1947. Novedoso análisis. Pero mas novedoso e impactante, es caracterizar al peronismo como de centroizquierda. 50 años tarde, llegó. Pero llegó.
Un último párrafo, de colección: "Hoy, sin embargo, con la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín el radicalismo podría superar su desubicación ideológica, pero no porque se haya convertido a la centroderecha sino porque Alfonsín tiende a admitir a la centroderecha de Francisco de Narváez como aliada. Esto es resistido por el llamado "frente progresista" de Binner y los suyos, a los cuales Alfonsín todavía intenta incorporar no porque él mismo esté girando a la derecha sino porque, siguiendo la conocida estrategia electoral del catch all (algo así como "atraer a todos"), procura formar un frente tan amplio como para convocar a todos los partidos democráticos de centroizquierda y de centroderecha bajo un signo común: la superación del autoritarismo kirchnerista. No sabemos aún si el candidato radical tendrá éxito en su empeño. Lo que sí podríamos decir es que, de tener éxito, el país contaría en octubre con dos opciones: de un lado el kirchnerismo de la izquierda autoritaria y, del otro, una conjunción democrática que podría incluir no sólo a De Narváez y Macri sino también al peronismo federal que reivindica al "segundo Perón". De ahí en más, los argentinos podríamos volver a tener un bipartidismo moderno y desarrollado, con una centroizquierda a la manera de los "progresistas" y una centroderecha democrática, asociadas primero para derrotar al autoritarismo kirchnerista y libres después para competir entre ellas, con vistas a una república democrática plenamente recuperada." Su esquema de siempre. Derrotar a los que no piensan igual, y gobernar "entre nosotros". Muy democrático, el Doctor. Muy PRO.

2 comentarios:

  1. Vi un rato el programa de Grondona y pensé lo mismo que vos. El radicalismo, antes que en Alvearista, se transformó en antiperonista en muchos casos. Alfonsín fue una circunstancia excepcional del radicalismo y no la general de la ley.

    Abrazo.

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  2. Me impresiona que pida un partido político, Ricardo. Es la imagen de la derrota de nuestra derecha. Quieren un partido para poder gobernar, porque suponen que de otra forma no pueden. Y no tienen nada.

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