4 de junio de 2013

Independiente, en descenso hace rato

Pereyra; Clausen, Monzón, Delgado, Rios; Bianco, Ludueña, Bochini, Insua; Reggiardo y Alfaro Moreno. Asi formó Independiente el primer día que fui a la cancha. Tenía 13 años y fui con un amigo y su padre. Yo me hice del rojo, vaya paradoja, en los quinchos de Arsenal, donde todos (o casi) eramos de Arsenal e Independiente. Me mudé a Sarandí a los 3 años. A los 8, post Intercontinental, ya era fanatico. En mi familia fui el primero. Hice hincha a mi hermana y a mi vieja, que era de Racing por herencia familiar, pero el futbol le chupa un huevo. 
Mi primer partido fue contra Ferro. Ganamos 2-1 y ya casi eramos campeones. El del 88/89 era un equipazo y la tribuna puteaba a Monzón por rústico, a Reggiardo por burro, y a Insua por amargo. Cualquiera de esos 3 hoy sería ídolo. Reggiardo, por ejemplo, era tipo Parra. Solo que, claro, jugaba con el Bocha, que le garantizaba un mano a mano por partido.
Ese año salimos campeones. Asi y todo, el Indio Solari (DT de aquel equipo), nunca fue del agrado del hincha. Conservador, casi que jugabamos de contrataque aún de local. Tenencia soporífera, solo pasaba Clausen al ataque, los mediocampistas equilibraban siempre. Hoy sería GARDEL. De ahí para acá pasaron mil jugadores y cien técnicos. Solo 2 quedaron en el hincha con recuerdos gratos: Tolo y Miguel. Si, los dos que dirigieron el último torneo que jugaremos en Primera, hasta la temporada 14/15. 
Venimos descendiendo desde ese 1989 que fui por primera vez a una cancha. Primero descendieron los dirigentes. En 1994, post campeonato y Supercopa, renuncia Hector Grondona a la comisión de futbol por la interna de la Lista Roja. Hector era el que había armado el plantel y el que había elegido a Miguelito de DT. En marzo del 95, en plena Copa Libertadores, renuncia Miguelito porque se pelea con Islas (o algo asi, nunca quedó claro). Ese equipazo del 94 se murió en ese momento. Sin Rambert (vendido al Inter en una millonada), y con todo el resto peleado. Sin dirigentes que conduzcan el quilombo. Una oportunidad de formar un gran equipo que nunca mas volvimos a tener. Dicen que quien rajó a Hector fue su hermano Julio, con quien estaba distanciado por algunas cuestiones que pasaron en Arsenal. 
La Supercopa del 95 fue un espejismo. Casi como la Sudamericana 2010. El club venía en descenso directo al infierno y todos se dedicaron a jugar adentro sin saber que pasaba afuera. De los casi 100 mil socios del 88, se pasó a menos de la mitad en 98, producto de la crisis económica y la falta de resultados deportivos (se entiende: falta de resultados deportivos era un torneo y 2 copas en 7 años). Y los hinchas empezamos a descender, siguiendo a los dirigentes. Por primera vez, se ovacionó a un jugador por poner huevos. Hermes Desio era un 5 del montón, pero corría mucho. Y se empezó a aplaudir eso. Un equipo donde jugaba Gustavo Lopez o Dany Garnero, se aplaudía a Desio. Y se decía que Dany era pecho frío. Aclaro que no tengo nada contra Hermes. Me cae mil puntos. Solo describo una situación. El equipo pasó en 10 años, de jugar con Marangoni, a jugar con Desio. 
En pleno descenso directo al infierno, volvieron proceres como Burruchaga, a salir campeón. Y teníamos joyas de las inferiores como Matute Morales y Panchito Guerrero. O Forlan. O Milito. Las joyas, por definición, son algo único. Panchito se lesionó y atiende su bar en Berazategui; con Matute nos peleamos por desagradecido y volvió... a Racing. Igual que Bichi Fuertes. Forlan no va a volver y Milito y volvió con media rodilla. No hay mas. No tenemos quien vuelva a salvarnos y llevarnos de vuelta a Primera. Estamos los que estamos. Y los que estamos, tenemos que entender que hay algo que se llama identidad, que la perdimos hace rato. Y que la tenemos que ir a buscar a la B Nacional. Nosotros no somos amantes de los lujos al pedo. Amantes del fulbito sin arcos. Nosotros sabemos (porque la del rojo, todavía, es la tribuna que mas entiende de futbol) que la joda está en el cambio de ritmo y la ocupación de los espacios. Nos olvidamos de todo. Pensamos que Tolo y Miguel nos iban a devolver algo de eso. El tema es que ellos lo terminaron de aprender acá. Independiente terminó de formar a Gallego y a Brindisi, asi como nos encargamos de perder todo eso que sabíamos y que nos dejó en coma 1 cuando faltan 3 fechas.
Nosotros estamos descendidos hace rato. El descenso deportivo del primer equipo, es solo consecuencia del descenso institucional, primero, y de la tribuna después. Era cuestión de tiempo que pase. Nos podemos salvar este torneo, con algo de suerte y/o "ayuda". Pero vamos a estar igual. Tenemos que ascender como club. Volver a ser una institución que sea orgullo nacional, para poder pretender que el equipo de futbol sea de Primera de verdad. 
Nuestro pasado nos obliga a intentarlo, en la categoría que sea. De todos nosotros depende hacerse cargo del rol que juega. A partir de hoy, primero el club. Eso significa que no importa quien es presidente o las cagadas que se haya mandado. Hay que apoyar y, si se puede, ayudar. El descenso directo al infierno ya pasó. Esto es solo una consecuencia lógica. Salvarse para seguir igual sería una tragedia. Intentar volver a ser es una necesidad. Ojala que quienes están a cargo, estén a la altura.

3 comentarios:

  1. Como soy mas jovato, viví toda la gloria. Y así, de aburridos, llegamos a echar a Nito Veiga un técnico de lujo porque salió segundo.
    Las 7 Libertadores las viví en uso de razón, por eso mi tío me pudo hacer fácil del Rojo de chiquito superponiéndose a mi viejo, fana de Platense que se lamentaba; -"Y, contra esto no puedo".
    Mi viejo y mi tio fueron juntos a verlo contra el Inter y fue mi primera desilución; perdíamos la Intercontinental. Pero más adelante, contra otros tanos la levantaríamos de la mano de un jovencito que se las traía; el grandísimo, el único; el Bocha, desde aquella contra la Juve hasta la que le ganamos al Liverpool.

    "la joda está en el cambio de ritmo y la ocupación de los espacios"
    Esto, casi textualmente lo declaró Chiche Sosa el día que asumió como DT en el período espantoso que bien mencionás del descenso paulatino. Y fue otro de los cien que pasó sin pena ni gloria. Y hoy se produce lo que ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado.
    En los brindis de fin de año pedía porque el Rojo salga campeón y tantas veces se daba.
    Este último año pedir por que no descienda fue deprimente pero te juro que intuí que me falaría el deseo y claro tenía fundamentos. Ciertas escasas levantadas pero un equipo sin goles, y lo que es peor, sin alma, no podía tener otro destino que el que nos espera.

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  2. Jeee, perdonen, pero no puedo hacer menos que cagarme de risa y disfrutar: hasta la "D" no paran.

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  3. Buen post anticipatorio. Me encanta la identificacion con un estilo -caracteristica del estereotipo del viejo hincha del Rojo- de buen juego, paladar negro, jugar bien por sobre todas las cosas.
    Pero el tiempo y los resultados fueron generando un cambio en el interior del hincha acostumbrado a la ecuación buen juego+resultados. Un nerviosismo, primero imperceptible, después casi en la boca del estomago y finalmente en las convicciones,fue apareciendo cuando la posibilidad real de descender aparecio como un fantasma. Las nuevas generaciones de hinchas cambiaron el foco de la historia y tuvieron de idolos a mediocres como Pusineri (por ejemplo) y empezaron a pensar que tecnicos como Falcioni, Ruggieri o hasta Caruso Lombardi podian ayudar... Se destiño el paladar de los mas viejos que se quedaran con los recuerdos de las copas ganadas, el futbol vistoso y alguna que otra cosa mas para tratar de sobrevivir ante la desgracia.
    El descenso iguala. Si señor. Iguala la tristeza del mas grande con Flandria. Ahi no caben las copas ni Bochini.
    Que vuelvan pronto, mas humildes, menos soberbios. Que las generaciones jovenes aprendan que los mentirosos como Menotti o Cappa le hacen tanto o mas daño que el atorrante de Bilardo al futbol. Porque Los primeros le mienten al hincha, los inducen a ver la pasion como un sentimiento menor, disfrazado de espectador de teatro. Y el futbol es otra cosa: es llorar cuando perdes y gozar cuando ganas. El analisis del juego es la frutilla del postre....

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