Lanata, Gelblung y la resistencia clarinista

Para explicar el delirio en si que fue el informe sobre tuiter que hizo el compañero (?) Lanata, está este maravilloso post de Adán o este genial post de Ricardo a los cuales es muy dificil agregarle alguna cosa mas. Por eso me quiero centrar en los receptores y en los enunciadores de este tipo de discursos. ¿Qué buscan? ¿Que fantasmas agitan? ¿Cuál es el contenido que desean que quede como sedimento?

Este es un tema complejo, porque al analizar una paparruchada siempre es tentador cagarse de risa. Y no está mal, ojo. Hay que cagarse de risa de Lanada. De lo que no hay que cagarse de risa es del poder que todavía tienen los medios monoplicos. Clarín nos está tirando con el "prestigioso periodismo progre de los 90". Cambiaron. De que nos pegue Morales Sola, Bonelli y Castro, pasan a Lanata, Tenembaum y Zloto. Gente con credibilidad. Punto 1, entonces, Clarín está comprando credibilidad que ya no tiene por si mismo. En una época, era el medio el que formaba al periodista y un ignoto como Bonelli podía construir prestigio. Hoy es al revés. Son los nombres los que legitiman (o intentan legitimar) al medio. Y cuando se les gaste la de los que están ahora, irán por otros. La chequera todavía es grande.

El mensaje opera sobre un público determinado. Sin entrar en estudios de mercado, podemos presumir que quienes toman y reivindican este tipo de discursos están predispuestos de antemano. Reforzar posiciones es el paso previo a cualquier guerra. Cavar trincheras, apostar ametralladoras en lugares clave y darle ánimo a los propios. De eso se trata todo esto. Resistir para poder pasar a la ofensiva. 

La compra de credibilidad a través de periodistas formadas fuera del Grupo es una estrategia, también, de resistencia. No son solo "por izquierda", sino tambien "por derecha". Chiche Gelblung tiene un lugar impensado hace algunos años. Ambos periodismos (el pro-menemista gelblungniano y el antimenemista lanatiano) conviven en el 790 del dial. Todas las voces, je.

Podemos hipotetizar, tambien, que agitan el fantasma de la antipolítica, anticipando el fracaso del modelo "populista". La eficiencia heterodoxa morenista los pone en aprietos y los hace cometer errores no forzados. Planteados ante la necesidad de una guerra de largo aliento, con las posiciones defensivas desgastadas (en las cuales las balas entran cada vez mas fácil), deben apelar al recurso de la burbuja comunicacional. Una vez mas, aquello que no pueden ni controlar ni comprender, buscan hacerlo desaparecer. No existen los tuiteros K. No existen esos seres que bancan al gobierno en las redes sociales. Esta nota no existe tampoco. Solo existe, como un grito desgarrador, aquello que el monopolio quiere que exista. 

Es interesante ver como se cruzan en el camino distintos tipos de estrategias, para confluir en que lo que hay enfrente no existe. Se tapan los ojos, la boca y los oidos y se repiten a si mismos la realidad que les gustaría. "Todos los que apoyan al Gobierno son pagos". "Todos lo hacen POR PLATA". Militantes, blogueros, tuiteros, tumbleros, facebookeros. Todos cobran. Nadie cree de verdad en esto. No hay ilusiones ni esperanzas. Esto es menemismo con DDHH. Y es asi, sin discusión. No puede haberla. No puede haber mas fisuras. Resistir lo mas que se pueda parece ser su consigna. 

Ah, nosotros vamos por todo, con nuestra verdad relativa, esperando que hagan algún aporte para la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria. Denunciar que en las redes sociales hay usuarios truchos, parece poco. Demasiado poco.