Como todos sabemos, luego de la demostración popular de amor realizado por el Pueblo luego del triste fallecimiento del compañero Nestor, se ha producido una caída en cadena de distintos sectores de la oposición, llegando a notarse cierta disolución del llamado Grupo A.
Ahora bien. Ya sabemos que la señora Carrió está medio pirucha, pero también sabemos que es quien conduce el bloque opositor en Diputados: nos guste o no. Dejar de analizar a la lider de la oposición como una loca (por mas que lo sea) nos va a ayudar a entender que las cosas no pasan solo por designo divino (o, en este caso Carrió).
Mi hipótesis: Carrió limitó los daños del crecimiento kirchnerista, es decir, rodeó su quinta, le puso alambre electrificado y se dedicó a proteger lo que tiene. No su frente, ni siquiera su partido, que para ella son accesorios. Lo que tiene ella. Se puso en un lugar testimonial, de honestidad absoluta, enfrentando, incluso, al hijo de Alfonsin. Todos son malos, corruptos, horribles. le apunta a ese electorado que piensa eso, y se pone en el lugar de lucha contra la corrupción.
Por supuesto que arrastra a todo el mundo detrás de ese delirio, porque nadie quiere quedar pegado. Ahora bien, no quedan pegados pero quedan conducidos por una señora que claramente desvaría para el 80% del electorado. Pero no para un 20%, pongamos, que es a lo que apunta.
Con el gobierno en crecimiento, por las razones que sean; con la economía viento en popa (no se conoce aun gobierno que haya perdido con la economía en crecimiento); con la diaspora opositora en marcha; con los medios hegemónicos tirándoles piñas al viento; y con los poderes corporativos a favor (sindicatos), en duda (Industriales, Camaras de comercio) y en contra (Iglesia), el panorama lógico es aceptar las grandes chances que tendría Cristina de ser reelecta.
De aceptar esto, con racionalidad política implacable, lo lógico sería ejercer el mayor control de daños posible y posicionarse como la mayor opositora posible, aún bordeando el mal gusto. Y eso es lo que hizo Carrió. Esta jugada no fue contra el gobierno (les pegó, pero sabe que no afecta al electorado K, ni a los cercanos a nostros) sino que fue contra los opositores. Fue contra el llamado Grupo A conducido por la UCR. Primero denunció Pacto de Olivos II y después denunció "La Gran Jaroslavsky", contra los diputados que no estaban.
El PRO, conducido por ese ser afable y medio nabo, que es Pinedo, entro como un caballo "hay ausencias inexplicables, dijo". La UCR, mas pilla, mandó a una cualquiera a decir que la quisieron comprar. Claro, esa cualquiera no puede sostener en el tiempo semejante cosa, pero les sirve para sortear la tempestad. Proyecto Surf es la contracara de Carrió, y se subió inmediatamente al bondi. Lo mismo que la cooperativa disidente. Claro, todos le apuntan al mismo electorado y todos se quieren posicionar como los mas opositores.
Sin hacer un estudio de opinión puedo decir que estas denuncias no hacen mella en sectores que apoyan al gobierno nacional por varias razones: 1)que el apoyo al gobierno implica el rechazo a los políticos vinculados a los grandes medios. Es muy raro escuchar a alguien decir "yo la banco a Cristina, pero me cae bien Carrió". Muy dificil. 2) Que el apoyo a los opositores implica no apoyar al gobierno.
Dejando esto en claro, hay que asumir que Carrió actuó como debería actuar alguien que quiere que no la pasen por arriba. Es decir, si yo estuviese en el lugar de Carrió haría algo similar a lo que hizo, encima que los maximos dirigentes de la UCR no pueden hablar. Alfonsin y Sanz están en Francia, y Cobos, bueno, es Cobos.
Final abierto para la interna de la opo, entonces. Yo creo que aceptaron que va a ser dificil voltearnos, sin embargo, hay que laburar todos los días, convencer a mas gente a que se sume al barco, asi podremos festejar en Octubre del año que viene. ¿Los otros? Que se sigan tirando de los pelos. Ya causan gracia