Quizá tengan razón y sean todos garcas (no todos, pero una parte si). Y gorilas (Si, gorilas si eran). Nazis, además (no, nazis eran poquitos).
Interesados en Miami (No, en Punta del Este. Mas berreta) –más aún que el intendente eterno de Florencio
Varela– (q es votado por la gente, digo, aclaremos, que se yo) pero no en San Juan (Ah, porque Cristina estuvo en San Juan. Pillín). Bien vestidos, que no pisan el césped (Y si).
Señoras de la Recoleta que no se atreven a golpear las cacerolas porque
para eso tienen a sus mucamas (yo no vi mucamas. En rigor vi pocas cacerolas, tambien. Mucha corneta). Un sector social que nunca, pero nunca,
votó al kirchnerismo y que ahora están apenitas más enojados que antes (Y, de 30 que llevaste al programa, uno solo lo votó en 2005. Para muestras....).
Cientos de miles de personas que están contra la Asignación por Hijo,
los juicios a los militares, y el consumo –de ellos mismos– (Cientos de miles!!!! Estamos derrapando, aflojá). Los que en
otros tiempos golpeaban las puertas de los cuarteles y ahora golpean las
puertas de los medios de comunicación (ponele que no golpean la puerta, mandan un mail (?)). Videlistas, o sea: proyectos de
asesinos, torturadores y apropiadores de niños (No todos los que golpearon la puerta del cuartel son eso). O, como mínimo,
cómplices de la dictadura (Ah, eso si).
No me parece (A mi tampoco).
Creo que ahí hubo de todo (Faltabas vos, Ernesto).
Pero vaya uno a saber (Las certezas tuyas me matan).
Seguramente no eran personas que quieran resistir un proyecto cada
vez más evidente de eternizar a alguien en el poder (Están en contra de una reelección que instalaron los medios, porque no hay UN PROYECTO que hable del tema). O que se sintieron
ofendidas cuando les dijeron que pueden vivir con seis pesos (Bueno, eso nadie lo dijo). O que les
resulte horrible que cinco días después de la tragedia de Once, ella
inaugurara la consigna “vamos por todo” (No escuché a ningún cacerolo hablando de Once, mira lo que te digo. Ah, perdón. Si, A VOS). O que les parezca injusto que
se establezcan límites materiales para irse de vacaciones a donde se les
de la gana (100 u$s por día por persona mas la tarjeta no es un límite material, no jodamos) . O que no entiendan que se haga campaña contra la violencia
de género mientras se deja salir de la cárcel a un hombre condenado por
haber quemado viva a su mujer (cuando salío no estaba condenado, pero no nos vamos a fijar en esos detallecillos).
Es posible que nada de eso influya (¿las manipulaciones de los medios? SI, influyeron?).
Y que sólo sean garcas (Y, una parte eran).
Feos (no era gente fea, era gente amargada. Como con bronca en la cara. pero feos, no).
Y sucios (nonono. Limpitos. Se bañaron antes de ir a la marcha).
Y pocos (Tampoco pocos, la verdad debe ir entre los CIENTOS DE MILES y los pocos).
Nadie, entre ellos, está enojado por las mentiras sobre la inflación, y menos en tiempos en que ya la cosa no está tan holgada (Si, están enojados).
Y las frivolidades –como la lucha permanente por el poder, sin
descanso, haya o no haya elecciones cerca– no indignan a ninguno de
ellos, porque nadie cree que haya otras prioridades, como el transporte
ferroviario o la inseguridad (Te insisto, de los trenes no escuché hablar a nadie, de la inseguridad si).
Y a nadie le molestó que se aplaudiera a los funcionarios responsables de una tragedia inédita (Y no, porque de los trenes no habló nadie).
O que en algunas aulas, militantes oficialistas fuerzan la
transmisión de su mensaje ante hijos de familias que quizá no estén de
acuerdo con él (What? Larga la pasta base, Ernie, hace mal).
Seguro que nada de eso influye (O sea, vos decís la manipulación de los medios. Si influye. Mucho).
Como no influye la repetida cadena nacional (o sea, las dos cadenas x mes en promedio que hubo en el año), o la política de medios ¿Ley de Medios?),
donde los medios propios –que son los del Estado, más los de un montón
de empresarios cercanos– no transmiten en directo la declaración de los
familiares de Once (Canal 7 transmitió), no mandan a nadie a cubrir el asesinato de
Humahuaca (Ejem, y por casa, o sea TN?), no cubren la represión de Catamarca (Canal 7 se ocupó del tema) y, en el colmo de la
confesión de parte, ignoran olímpicamente a decenas o cientos de miles
de personas que sorpresivamente salen a la calle a protestar (se ve que no mirás Canal 7, porque transmitió parte de la protesta y 678 le dedica un espacio en su programa hace una semana. Claro, no dice lo que querés escuchar. Tiene otra opinión. Se ve que molesta eso.). No importa
para nada que la Presidenta pida que le tengan un poco de miedo –es
solo un distorsión de Clarín, y de la gente estúpida que le cree– (Pero la pucha, Cristina le hablaba a los funcionarios. Eso estaba clarito).
Y no influye en el ánimo de nadie, por supuesto, que el Gobierno haya
desplazado a un juez federal, a un fiscal y a un procurador general de
la Nación para proteger nada menos que a su vicepresidente, de una
investigación hecha, además, por gente sin ningún vínculo
antikirchnerista (Y si, debe influir).
Puede ser que nada de esto sea importante (La mayoría de las cosas no son importantes, otras si).
Que lo ocurrido sea esperable (Y si, era esperable una manifestación opositora).
Que le tengan bronca al Gobierno porque el Gobierno es bueno y justo, por sus buenas medidas y no por las otras (Me perdí. El Gobierno es bueno y justo por sus medidas buenas y malo e injusto por sus medidas malas? Me marié).
Vaya uno a saber (Me matas a certezas Ernesto).
De cualquier manera –lo digo con toda humildad– (Si, si, el otro día en la cena hablabamos de lo humilde que sos todo el tiempo) yo abriría la
posibilidad de un análisis alternativo, complementario, un poco menos
autocomplaciente (cosa que haces toooooooodos los días. Si, te escucho en la radio). Porque el jueves, la verdad, había mucha gente (CIENTOS DE MILESSSSSSS). Diría
yo: muchísima gente (UN MILLON). Y sonaron cacerolas en lugares inesperados (Callao y Santa Fe). Y se
ocuparon plazas en ciudades muy lejanas a la Capital Federal (Rosario y Cordoba, donde Cristina arraso en las últimas elecciones) y esquinas
lejanas a la Plaza de Mayo (Cabildo y Juramento; Libertador y Monroe). Y basta preguntar un poquito para saber que
muchas pero muchas personas de clase media baja estuvieron ahí, o se
quedaron con ganas de estar ahí (Ah, si, de los 30 que fueron a tu programa eran de clase media baja los 30). Y que a todos ellos –los que fueron, y
los que se quedaron con las ganas– los pueden ofender con tantos
insultos y de esta manera generar lazos de solidaridad impensados,
incluso hacia adentro del oficialismo (2 MILLONES DE PERSONAS en la proxima marcha!!!).
Para quienes no teníamos idea de que esto podía ocurrir (otra vez tus certezas abrumadoras), suena
presuntuoso teorizar de manera terminante sobre sus reales alcances en
términos sociales, espaciales y temporales (Y si. PERO ERAN CIENTOS DE MILES). ¿Quiénes eran? (opositores al gobierno en su gran mayoría) ¿Cuántos
eran? (CIENTOS DE MILES) ¿A cuántos representan realmente? (A los que fueron) ¿Qué efectos electorales
tendrán? (Ninguno), son preguntas demasiado abiertas (No, te juro que no).
Cuando estalló el conflicto con el campo, el Gobierno hizo lo mismo (Ahhh pillín, por ahi vamos):
los llamó piquetes de la abundancia, golpistas cuasimafiosos, grupos de
tareas, comandos civiles, títeres de los medios (A los agrogarcas). Cuanto más insultaba,
más solo iba quedando y más gente sumaba en contra (Terrible. Decí que ese gobierno se terminó... ah no, pará): al final, hasta el
ministro de Economía, el vicepresidente y el jefe de Gabinete cruzaron
el Jordán (No, solo se tomaron el 22 hasta Martin García y Tacuarí, y caminaron 3 cuadras para arriba). Y millones de personas con ellos (Tremendo). Es cierto que años después
el kirchnerismo –luego de la muerte de su líder y fundador– se
recompuso (Ah, si fue la muerte de Nestor, no la AUH, por ejemplo. Verdad). Pero en el medio, perdió una elección, es decir, fue
repudiado por el pueblo (buuuuuuuuuu le hizo el Pueblo al kirchnerismo). No eran, o no terminaron siendo, en aquel
entonces, sólo garcas ni golpistas. Eran mucho más que eso (No, eran garcas y golpistas. No mas que eso. Quedó demostrado. Estos no son golpistas. Garcas la mayoría).
No está claro que esa experiencia se repita (No me sigas tirando certezas que me duele la cabeza).
Pero tampoco que no ocurra, ni que sea más profunda o más superficial (No claro. Y si me atropella un tren bondi capaz que me mata. O capaz que no).
Uno puede pensar (¿Si? A veces dudo de que pienses).
O patalear (No, eso lo hacés todos los días).
O quizás escribir como –de manera insólita– se escribió desde el
kirchnerismo (Lo escribió Aliverti, no EL KIRCHNERISMO. Esa manía que tienen. Se enojan porque decimos que cuando hablan los periodistas del Grupo habla CLARIN, y tiran que ALIVERTI ES EL KIRCHNERISMO. Es joda): “No quiero ni diálogo ni consenso con quienes vociferan
‘yegua, puta y montonera’. No quiero sentarme a soportar, ni por un solo
segundo, a los que quieren para Cristina el final de De la Rúa. Me
repugna que salgan a manifestar muchos de los que hace poco más de diez
años canturreaban que entre piquetes y cacerola la lucha era una sola,
porque les habían pasado la cuenta de la fiesta de la rata. No quiero
saber nada con esa gente que a la primera de cambio apoyaría el golpe
militar del que ya no disponen. Quiero tener con ellos una profunda
división. Y concentrarme en de cuál manera se garantizaría mejor que se
hundan en el fondo de su historia antropológico-nacional, consistente en
que el negro de al lado no porte ni siquiera el derecho de mejorar un
poquito. Quiero a esa gente cada vez más lejos. Y cuanto más los veo,
más seguro estoy”.
Se puede llamar “la rata” a un ex presidente e indignarse cuando se
usa el mismo método con la actual presidenta (Terrible. Impresionante. Asombroso ¿Viste, te imito?). Se puede insultar,
humillar, despreciar a cientos de miles de personas (CIENTOS DE MILES!!! larga el faso), pero enojarse mucho
cuando te dicen nazi (Y, convengamos que rata y nazi no son insultos equivalentes).
El ser humano es una caja de sorpresas (bueh).
Y la democracia es así (Uhhhh).
Hay, por suerte, lugar para todos (las cosas que hay que leer).